Los algoritmos también tienen ahora una presencia cultural, incluso una presencia cultural icónica, no sólo por lo que pueden hacer sino también por lo que la noción de algoritmo se utiliza para proyectar (imaginarios algorítmicos). Esto significa que los algoritmos pueden formar parte del despliegue del poder, no sólo en cuanto a su función, sino también en cuanto a cómo se entiende como fenómeno.