Cambios en Twitter: humano vs tecnológico

Una explicación de la mutación de Twitter desde el uso humano de Internet.

Muchas veces se nos olvida: las plataformas cibernéticas son más que bits o redes informáticas, son lugares de encuentros humanos, de interacciones entre personas. Contrariamente a esta idea, de repente asumimos que tanto Facebook, Twitter, Pinterest, Instagram… están ahí por ser las plataformas ideales, mejor hechas (con las ideas más originales), o simplemente son cíberlugares que perdurarán en el tiempo sin que se pueda hacer nada de nada.

 

Sin embargo, estas plazas públicas virtuales no se posicionan, ni se consolidan, por sus características propias, sino dependen totalmente del uso humano, y es en función de su adaptabilidad a este uso lo que les permitirá sobrevivir dentro del mar de medios online que se crean día con día en la Web. Recuerden a Messenger, o el mismo MySpace, fueron suplantados por Facebook y compañía por omitir este lado humano: las maneras colectivas en que utilizamos Internet.

 

El caso de Twitter es un ejemplo reciente. Éste, por ser una plataforma rígida en la que las personas sólo puede escribir en 140 caracteres, en la que la información se presenta solamente desde un orden cronológico, y en donde la imagen no predomina más que el texto, comienza a perder terreno en esta cíber guerra por atrapar la atención de los usuarios. Facebook, en cambio, tiene una característica que le permite competir, y no sólo con Twitter, sino también con Google: su plataforma permite video, imagen, extensión de palabras, de modo que si el uso que se le da a Internet es entretenimiento, Facebook permite que su plataforma sea MemeBook, o Gifbook, de modo que vemos más Memes o Gifs que cualquier otra cosa; o si se desea darle un uso informativo, también la misma plataforma te permite colgar noticias, y comentarlas ahí mismo.

 

Asimismo, si el consumo en Internet comienza a tornarse más formato de video, Facebook permite que las personas no tengan que salir a otro sitio para disfrutar videos (como el caso de YouTube), sino que se adapta y posibilita la navegación desde la consulta de videos dentro de la plataforma. Ya se ha dicho muchas veces: en este lugar, donde menos es más (menos minutos para conectarse, menos tiempo para encontrar una palabra, menos tiempo para descargar un video, etcétera), una plataforma que permita varias formas de comunicar, ahorra tiempo, y por tanto, cautiva al usuario.  

 

Por esta razón, si tomamos el ejemplo de Twitter, es elocuente ver cómo esta compañía está tratando de mutar su plataforma hacia una que se apegue más a nuestra forma de usar Internet. Ahora, se supone que integrará o soportará gifs animados, ya pret0ende incluir video más largos (no videos estilo Vine), clasificar los tuits por relevancia, y así terminar con el maremoto de información que produce que sólo los noticieros sean relevantes en este medio social: se utilizaba sólo para encontrar información actualizada, links que permitiera reconocer qué está pasando en el momento, y no tanto como una plataforma en donde uno trata de entretenerse o dialogar con sus conexiones.

 

El uso humano + las posibilidad que permita el lugar o la arquitectura web, son las dos variables que necesitamos reconocer para entender cómo funciona la Web. Tratar de pensar Internet desde lo tecnológico, es no entenderlo. Detrás de todos esos likes, detrás de todas esas interacciones, hay un caminar humano, hay personas que no son iguales ni homogéneas, y que en conjunto producen tendencias o le dan vida a los medios sociales. Más que tecnología Internet es andar humano, lo cual lo convierte en un terreno no sólo a medir (ciencias duras), sino también a comprender (ciencias sociales).

 

Antropomedia

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