
El pensamiento y la memoria son entidades (si es posible decirles así) que tienen un ritmo semi-lento, e incluso paralizado si lo comparamos con la velocidad de Internet. Por algo Pablo Fernández dice que cuando no podemos recordar o pensar algo mientras estamos caminando, normalmente tendemos a pararnos, y no a la inversa: correr para memorizar y recapacitar no es una opción, es muy poco utilizado. Sin embargo, en esta época donde lo importante o con valor lo describimos con los términos “velocidad”, “eficacia”, “inmediatez” y “rapidez”, da la sensación de que la lentitud no aplica, o como mínimo, estorba y desagrada. Ejemplos sobran.
Uno es el rastrillo, el cual, tanto los medios de comunicación como las agencias de publicidad lo han construido simbólicamente como un instrumento que corre a toda velocidad, debido a sus navajas ultra-finas que permiten una rasurada al ras, de máxima calidad y con el menor tiempo empleado posible. Ya no nos retratan el acto de afeitarnos como un ritual profundo y significativo en donde las personas asistían con el barbero, platicaban de lo que ocurría en la ciudad o pueblo, y así salían un poco de su lógica cotidiana, por no decirle laboral.
Otro podría ser la estructura de las ciudades, tema del que Pablo Fernández ha hablado bastante, y expone muy bien en su ensayo titulado la velocidad de las bicicletas desde su frase siempre citada:
“… no se va más rápido porque los lugares estén más lejos, sino que están más lejos porque se llega más rápido, así como no se va más aprisa porque se tengan más cosas que hacer, sino que se tienen más cosas que hacer porque se va más de prisa. […] La velocidad no reduce, sino que aumenta las distancias, extiende los espacios y multiplica los lugares (Fernández, 2005)”.
En este sentido, es evidente que construyamos las ciudades en términos prácticos, dinámicos y de circulación desenfrenada. De hecho, el peatón es el menos pensado en las planeaciones gubernamentales referidas a los espacios públicos, y por tanto, el pavimento al servicio del carro se adueña de toda la ciudad. Las ciclovías, las banquetas, y exagerando un poco, las casas u hogares sólo las edificamos en donde no es posible incorporar otra calle para el automóvil. Finamente, la ciudad moderna es aquel lugar en el que todo el tiempo tenemos que estar corriendo (de una u otra manera), y no hay un lugar para “el otro” que quiere ir lento, disfrutando de su alrededor.
Y para cerrar, porque ejemplos nos dan para escribir un libro de esto (y más con el fenómeno de Internet), está el pensamiento con sello de consumo. Producimos por producir, escribimos por escribir y leemos por leer. Aceleramos los procesos de escritura, de comprensión y elaboración de artículos de investigación para generar un conocimiento descarrilado al por mayor, como si fuera un producto que debe salir de la fábrica diariamente, y no un proceso reflexivo que toma en cuenta todas las variables que entran en juego, permiténdole al escritor deducir y descubrir lentamente lo que está escribiendo e investigando. Por algo un psicólogo social holandés fue sorprendido que tergiversaba los resultados, lo hacía para seguir teniendo prestigio académico por publicar como una máquina. Él ya no producía conocimiento, sino papeles con estadísticas falseadas.
Pausa… de forma acelerada vamos hacia el olvido. Hoy lo que tratamos es olvidar que nos estamos rasurando, de perderle afecto y que sea más un trámite que un acto con sentido. Lo que importa es llegar al lugar lo más rápido posible, y olvidar el tramo o trayecto que uno recorre. O la cuestión radica en que produzcamos un artículo académico o un pensamiento en forma de libro-receta en menos de un año, y olvidar que para ello necesitamos pensar detenidamente. Recordemos, o lo que es igual, paremos totalmente, la aceleración nos está llevando a la amnesia o al terreno de lo inconsciente.
Luis Jaime González Gi
Maestro en Psicología Social por la Universidad Autónoma de Barcelona y Director de eResearch en
Antropomedia
Email: luisjaime@antropomedia.com
Referencias
- Fernández Christlieb, P. (2005). La Velocidad de las Bicicletas y otros ensayos de la cultura cotidiana. México: Vila Editores
- Fernández Christlieb, P. (2004). La sociedad mental. Barcelona: Anthropos.