Edades cibernéticas: entre nativos e inmigrantes

Una reflexión del uso de los conceptos nativo e inmigrante digital que permite tener una pauta para investigar al humano en su relación con Internet.  

El nativo y el inmigrante digital, dos conceptos que han sido sobre-utilizados por profesionistas, académicos,  empresarios y empleados Social Media para definir lo que está ocurriendo en la era cibernética. Ambos surgieron para explicar una brecha generacional definiendo a las personas por la cultura tecnológica con la que están familiarizadas.


Producción conceptual dicotómica. Por un lado, está un polo (nativo digital) que se refiere a todos aquellos individuos que nacieron entre 1980 o 1990 en adelante, y por ende, están familiarizados con las tecnologías de información y comunicación actuales. Estos seres nacieron junto con las aldeas digitales,  al grado que su crecimiento psico-cognitivo creció y se moldeó a la par que las nuevas tecnologías 2.0. Son una especie de ciborg: un perfil que tiene su propia extensión online bien dominada, le es relativamente fácil asimilar con rapidez el uso del Internet, video juegos, dispositivos móviles, y tanto su trabajo como su vida cotidiana están insertas en lo digital.


Por otro, tenemos el polo inmigrante. Aquí están los perfiles que nacieron antes de los 80’s: personas mayores que no están acostumbrados a la tecnología y tienen dificultades abismales para insertarse en la Red. Son simples mortales que no han podido dominar las herramientas cibernéticas, no tienen avatar o dobles en Social Media, y les cuesta realizar cualquier actividad que involucre un motor de búsqueda o sitio web. Están atrasados dirían los nativos.


Sin embargo, no todo es una dicotomía tan obvia. Internet, como el híbrido reticular que es, produce distintas formas de agencia, independientemente de la edad. Si bien es cierto que la brecha generacional produce que las inmigrantes tengan más dificultades, no por eso se tiene que pensar estos dos conceptos desde un determinismo. Así como hay nativos que, en menor proporción, no dominan Internet y la interacción cara a cara se les facilita más, también hay inmigrantes que nunca dejaron la tendencia tecnológica, y por consiguiente, dominan el mundo Web 2.0 igual o hasta más que algunos jóvenes.


Todo tiene que ver con la relación de la arquitectura online y el uso humano de Internet. Por ejemplo, no es casualidad que conforme salieron los canales de Social Media (tales como Facebook, Twitter) con todo su paquete de publicidad y Fan Pages, también comenzaron a salir Gurús del marketing online de todas las edades: jóvenes, adultos, adultos mayores. Fue la necesidad y la reestructura de mercado lo que produjo que tanto nativos como inmigrantes se adaptaran a las nuevas tecnologías (hay personas mayores de 50 años que se sustentan económicamente mediante la promoción de sus productos en Facebook).  


Nativos e inmigrantes son una buena forma de pensar la brecha generacional entre las personas del siglo XXI. Sin embargo, no son categorías universales, y a veces sobre utilizarlas produce que los análisis no sean tan exactos o contundentes, o en el peor de los casos, que se establezca un a priori en el estudio sociocultural del uso de Internet: de repente podría pasar que un investigador, de entrada, dirija sus conclusiones para corroborar como los jóvenes utilizan de forma adecuada y rápida la Web y los adultos y ancianos no.


Hay que tomar estos conceptos como guías, como una pauta tenue que permite entender un poco la relación y uso de la tecnología por las generaciones. Pero no como un universal, un mucho menos, como un aforismo o verdad absoluta.




Antropomedia

Email: exploramos@antropomedia.com